


CARTOGRAFÍA DEL HOGAR QUE HABITÉ
Cada punto en este mapa es un fragmento de memoria. Una casa, una baldosa, una voz, un gesto que resiste al olvido. Aquí, el territorio se convierte en archivo sensible: cincuenta espacios donde la geografía se vuelve afecto y el suelo que habitamos se revela como testigo silencioso de los pasos, los años y los nombres que lo recorrieron. Esta cartografía no busca orientarnos, sino recordarnos que toda casa, toda calle, todo mosaico, es también una forma de permanecer.
Iniciar experiencia


CARTOGRAFÍA DEL HOGAR QUE HABITÉ
Cada punto en este mapa es un fragmento de memoria. Una casa, una baldosa, una voz, un gesto que resiste al olvido. Aquí, el territorio se convierte en archivo sensible: cincuenta espacios donde la geografía se vuelve afecto y el suelo que habitamos se revela como testigo silencioso de los pasos, los años y los nombres que lo recorrieron. Esta cartografía no busca orientarnos, sino recordarnos que toda casa, toda calle, todo mosaico, es también una forma de permanecer.
Iniciar experiencia












BUCARAMANGA
El proceso curatorial se concibe como un acto de reparación simbólica: un gesto que, al visibilizar la barbarie del olvido, abre la posibilidad de sanar. Así, las treinta obras que integran la exposición, intervenidas manualmente mediante bordado experimental, patchwork y realces pictóricos en acuarela artesanal y lápiz de color. Cada puntada, cada trazo, constituye un acto de resistencia íntima, una manera de suturar el vacío y reanimar la memoria desde lo táctil, lo sensible y lo estético.












BUCARAMANGA
El proceso curatorial se concibe como un acto de reparación simbólica: un gesto que, al visibilizar la barbarie del olvido, abre la posibilidad de sanar. Así, las treinta obras que integran la exposición, intervenidas manualmente mediante bordado experimental, patchwork y realces pictóricos en acuarela artesanal y lápiz de color. Cada puntada, cada trazo, constituye un acto de resistencia íntima, una manera de suturar el vacío y reanimar la memoria desde lo táctil, lo sensible y lo estético.


LOS SANTOS
ZAPATOCA
PIEDECUESTA
FLORIDABLANCA
GIRÓN












El proyecto se sitúa en ese umbral entre lo sensible y lo crítico, entre la nostalgia del recuerdo y la necesidad de preservar lo que aún palpita en los objetos cotidianos. Desde las prácticas artísticas contemporáneas, Cartografía del Hogar que Habité propone una restitución simbólica del patrimonio material e inmaterial asociado a las baldosas hidráulicas de Santander: piezas que fueron testigos de la vida familiar y urbana, y que hoy desaparecen bajo el peso de la homogeneización arquitectónica.


LOS SANTOS
ZAPATOCA
PIEDECUESTA
FLORIDABLANCA
GIRÓN












El proyecto se sitúa en ese umbral entre lo sensible y lo crítico, entre la nostalgia del recuerdo y la necesidad de preservar lo que aún palpita en los objetos cotidianos. Desde las prácticas artísticas contemporáneas, Cartografía del Hogar que Habité propone una restitución simbólica del patrimonio material e inmaterial asociado a las baldosas hidráulicas de Santander: piezas que fueron testigos de la vida familiar y urbana, y que hoy desaparecen bajo el peso de la homogeneización arquitectónica.

















BARICHARA
CURITÍ
SAN GIL
SOCORRO
BARRANCABERMEJA
Entre baldosas, hilos y píxeles, se dibuja un mapa del hogar interior -ese que persiste, aunque el edificio haya cambiado- y se abre un espacio de evocación donde lo personal se vuelve colectivo y donde la memoria, finalmente, encuentra su lugar para habitar.
“Cartografía del Hogar que Habité” es, en esencia, una constelación de memorias. Un proyecto que traduce el territorio afectivo de una infancia en una reflexión sobre la identidad santandereana, el patrimonio en riesgo y las formas de reparación simbólica que el arte puede ofrecer.

















BARICHARA
CURITÍ
SAN GIL
SOCORRO
BARRANCABERMEJA
Entre baldosas, hilos y píxeles, se dibuja un mapa del hogar interior -ese que persiste, aunque el edificio haya cambiado- y se abre un espacio de evocación donde lo personal se vuelve colectivo y donde la memoria, finalmente, encuentra su lugar para habitar.
“Cartografía del Hogar que Habité” es, en esencia, una constelación de memorias. Un proyecto que traduce el territorio afectivo de una infancia en una reflexión sobre la identidad santandereana, el patrimonio en riesgo y las formas de reparación simbólica que el arte puede ofrecer.




Designed by: @fidelaugusto




Designed by: @fidelaugusto